lunes, 28 de noviembre de 2011

CONOCIENDO UN GENERO HISTÓRICO

Novela Policial
Es una narrativa en la cuál mediante la 
observación, el análisis y la deducción lógica aplicada a un hecho policial, se busca descubrir al autor de undelito y sus móviles
Hay quienes sostienen que tanto el 
cuento como la novela policial son expresiones de un género menor, producto de la cultura de la masa, y que, por esto, buscan sólo entretener, divertir, distraer. Para quienes adoptan una postura más radicalizada, se trata de una literatura de evasión.
Según E. Anderson Imbert en el cuento policial "Al rompecabezas le falta una pieza" el género detectivesco es un 
juego. En la literatura policial, la investigación nunca falla, el detective triunfaPor eso las novelas detectivescas no pueden encontrar crímenes perfectos: ya que el describirlos es descubrirlos. En la vida, en cambio, la investigación policial suele fracasar. Hay millones de homicidios que han quedado en la oscuridad
Origen y evolución.
Desde fines del siglo XVIII se observan dos 
actitudes opuestas para resolver las situaciones de la vida humana. En una de ellas, la racionalista, predomina la razón que explica, mediante la lógica, los hechos. En la otra, la irracionalista, los sentimientos, la intuición y las emociones prevalecen sobre cualquier otra interpretación.
El relato policial nace como una expresión de este enfrentamiento y, al mismo tiempo, como consecuencia de una realidad histórica: la formación de grandes ciudades y el deseo y búsqueda de 
justicia. Ingresan así, en la literatura, nuevos personajes y ambientes que son netamente urbanos, entre ellos la policía y los cuerpos de seguridad, que se organizaron sistemáticamente a principios del siglo XIX favorecidos por la investigación científica. Lo policial, una especie muy heterogénea, se alimenta fantasía, crímenes, fugas, búsquedas y persecuciones y, por sobre todo, plantea un enigma que debe ser resuelto por la lógica.
Edgar Allan Poe, con Los crímenes de la calle Morgue, es el creador de esta forma narrativa que desde sus comienzos se difunde con rapidez por sueficacia comunicativa. Resulta ser, así, un relato muy popular como la novela de folletín. Esta circunstancia hace que como forma literaria no fuera tan respetada frente a otras consideradas valiosas. Sin embargo, el relato policial exige del escritor, además del dominio técnico, un ordenamiento riguroso de la trama: debe crear hechos y vincularlos con lógica interior.
El detective Sherlock Holmes, el medico Watson, de Arthur Conan Doyle, y el padre Brown, de Chesterton, figuran entre los personajes más conocidos de la narrativa policial. Otros autores difundidos son: Ágata Christie y Graham Greene.
Durante la década de 1920 surgió en 
Estados Unidos una nueva variedad de historia policíaca difundida a través de las revistas de la época: el thriller. Esta nueva corriente se propuso derribar las barreras que separaban la ficción detectivesca de otros géneros populares, como la intriga y los relatos de espías. Entre los más destacados autores estadounidenses figuran Dashiell Hammett, creador de Nick Charles y Sam Spade, y Raymond Chandler, creador de Philip Marlowe, uno de los detectives más populares del siglo XX.
Muchas obras de ambos escritores han sido llevadas al cine con gran 
éxito. Los detectives más famosos de la tradición policíaca estadounidense son tipos duros que trabajan más por dinero que por diversión. Si bien estas historias respetan todas las reglas clásicas del género, el énfasis se pone más en la acción, y la intriga pasa a ocupar una posición secundaria.
A partir de 1950 esta tendencia da paso a la novela de 
procedimiento policial, basada en el modus operandi de los detectives reales para resolver sus crímenes. La diferencia con la tradición anterior estriba en que el lector no encuentra aquí héroes, sino hombres falibles de carne y hueso especialmente entrenados para el desarrollo de su oficio.
Fue el gran poeta simbolista Charles 
Baudelaire quien dio a conocer el género en Francia traduciendo las obras de Edgar Allan Poe. Posteriormente llegó también la corriente inglesa encabezada por Conan Doyle, en un momento en que el género francés ya contaba con su propio personaje de ficción, el inspector Lecoq, fruto de la imaginación del novelista Émile Gaboriau.
Estas dos influencias son decisivas en la obra de Gaston Leroux, que en 1907 escribe su primera y más famosa novela, El
misterio del cuarto amarillo. Su popular detective Joseph Rouletabille, un joven y audaz periodista con unas dotes de análisis y deducción extraordinarias, es el protagonista de un ciclo de novelas enormemente populares entre los lectores franceses.
El novelista francés de origen belga Georges Simenon, ocupa un lugar de honor en la narrativa policíaca, con su célebre personaje del comisario Maigret, un investigador de la verdad muy humano, cuyo 
método consiste más que en deducir en intuir el motivo del crimen. Las novelas de Simenon se alejan de los esquemas tradicionales de la investigación y ofrecen intensos retratos psicológicos de personajes que se mueven en un mundo de soledad y hastío frente a la derrota. Entre su vastísima producción (casi 500 novelas) cabe mencionar Maigret (1934) o El testamento Donadieu (1937).






A diferencia de Francia y los países anglosajones, el género policíaco no goza de una tradición amplia en los países hispanohablantes hasta bien entrado el siglo XX.
La narrativa policial argentina ha sido innovadora, ya que no se ha limitado a imitar, y menos a repetir, sino que ha sabido incorporar elementos propios.
En este sentido jugó un importante papel la 
revista VEA Y LEA que apareció durante unos quince años: esa revista organizó varios concursos decuentos policiales y en cada número quincenal publicaba uno de ellos. Según las normas del concurso, la acción de los cuentos debía transcurrir en territorio argentino. Por lo tanto, los personajes, conflictos, situaciones, y ambientes también lo eran. Esta norma impuso que los autores de cuentos en su inicio y luego de novelas adaptaran al genero policial clásico a las costumbres y al pensamiento argentino de la época. Entre los aportes originales podemos mencionar el humor, la reconversión del detective tradicional que es suplantado por un comisario o inspector nada solemne que rinde culto al sentido común y que se apoya para sus investigaciones en la experiencia y en el conocimiento del medio donde le toca actuar. Desconfía del saber "ofinesco" y "libresco" y se guía para su investigación no tanto en teorías, sino en el conocimiento de los recovecos del alma humana. En muchos casos, el medio y los personajes involucrados pueden ser rurales y no siempre urbano como en la literatura policíaca clásica.
En la Argentina se destacan los siguientes escritores de novela o cuento policial: Jorge L. 
Borges, Adolfo Bioy Casares, María A. Bosco, Manuel Peyrou,Marco Denevi y Abel Mateo.
En la evolución de la narrativa policial distinguimos tres momentos:
·         El interés se centra en el argumento. La trama es rigurosa y los misterios o enigmas deben ser aclarados en forma deductiva. Esta modalidad se cultivó hasta 1930.
·         El centro del interés se desplaza hacia la explicación psicológica de los hechos y en el comportamiento de los personajes.
·         En las últimas décadas, el relato policial es mas realista y violento: los delitos tienen razones concretas, los personajes son tan actuales que nos sorprenden, al igual que las armas científicamente fabricadas; la trama entremezcla intriga, violenciasexo y espionaje.
Elementos caracterizadores.
Personajes: Se presentan en una perspectiva entitética: el policía, detective o inspector y el asesino o espía; o sea, los buenos contra los malos. Por lo general son personas que tienen caracteres bien definidos y no evolucionan a lo largo del relato.
El detective, inspector, policía o simplemente un testigo o perjudicado por la acción del malo, es quien lleva a cabo la investigación recolectando
señales para poder descifrar la identidad del delincuente o para entender sus móviles. Generalmente están acompañados por un ayudante, quien es el que relata los hechos.
Los sospechosos, es decir, todos aquellos que directa o indirectamente se hallan involucrados en el hecho en cuestión, sea por sospechas o por indicios comprometedores.
El asesino, el espía, el delincuente, en una buena novela policíaca es quien menos se espera que sea, por lo general es un personaje que carece de participación a lo largo de la novela y sus apariciones son en momentos claves. Se conoce su identidad en los últimos capítulos.








Ambiente: Por lo general es urbano. En los primeros relatos el crimen ocurría en espacios interiores, en cuartos cerrados. En la actualidad, la violencia se desata en las calles, ante la sorpresa o indiferencia de los posibles testigos, quienes ayudaran en la investigación.
Trama: La trama del genero policial es narrativa ( puede integrar también descripciones y diálogos) y su finalidad es 
estética. Con respecto al lector, a menudo, estos relatos cumplen para él un fin de entretenimiento o esparcimiento.
A menudo se utiliza la técnica del suspenso y se va dosificando la revelación de los acontecimientos para mantener la tensión, el interés y la perspicacia del receptor, interesado en llegar al esclarecimiento del enigma plantado. Se deja siempre un hilo o eslabón por resolver. Con rigor deductivo, el investigador junto al lector desentrañan el enigma al reunir esos hilos en el desenlace.
Al principio se proponen varias 
soluciones fáciles, a primera vista tentadoras, que sin embargo resultan falsas. Hay una solución inesperada, a la cual solo se llega en el final. Para la solución del enigma se desecha todo elemento sobrenatural o inexplicable. Es un relato hecho para que el lector participe en desentrañar el misterio; ingresa en el mismo como un investigador más.
Temática: La temática es mas bien limitada y precisa: crímenes, robos, secuestros, extorsiones, engaños, infidelidades, estafas, fugas, persecuciones... En conclusión, los llamados delitos policiales.
Estructura: El relato policial se ajusta a una estructura propia, distinta, que no suele coincidir con la estructura tradicional de las novelas: 
introducción, nudo, desenlace.











En el relato policial se empieza por un hecho enigmático o delictivo, que plantea múltiples interrogantes y del cual se estudian los móviles, se busca el cómo, el dónde y el porqué sucedieron los hechos. Cada parte suele presentar sus propias secuencias narrativas. El tiempo para aclarar el misterio procede en dos sentidos: mientras avanza la investigación (Futuro), se revela el enigma (Pasado)
Pero hay que tener en cuenta que a este relato precedo una etapa previa de 
organización: cuando el escritor imaginó o fraguó esa historia siguió un orden cronológico o lineal ( comienzo, desarrollo y desenlace). Al escribirla invirtió los resultados, presentándolos al comienzo

ALGUNAS IMÁGENES DE ESTE GENERO:

















ASTA LA PRÓXIMA AMIGOS LOS VEMOS XAO 


1 comentario: